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Editoriales infantiles: desde Facebook, con amor

Me encantan las editoriales infantiles y me gusta Facebook. No sabría explicarlo. Sencillamente disfruto navegando por el océano de esta red social y pescando portadas que me gritan, ilustraciones que me abren los ojos, nuevas historias, textos bien tejidos… Lo hago por hobby, en serio. La posibilidad de ver y descubrir la esencia de la vida tal y como la vería un niño me provoca sensaciones maravillosas. Compartirlo con mis hijos a través de las páginas de un libro (papel o digital) es un privilegio.

Las redes sociales, en general, han abierto una ventana enorme. Cualquier editorial puede ventilar su marca y mostrarle al mundo quién es, qué vende y por qué. Pero no todas lo hacen igual de bien (tengo mis preferencias). Me quedo con aquellas que mantienen una personalidad diferenciada, se preocupan por su producto, conversan con sus lectores, participan activamente en su sector y, además, tienen alma.

Podría pasarme horas cual saltamontes de perfil en perfil. En realidad es lo que he hecho. Y gracias a la colaboración y el talento de Beatriz Menéndez, alma de Voilà Ilustración, hemos dibujado un mini relato, una infografía ilustrada con lo que considero buenos ejemplos: “10 cosas que me gustan de una editorial infantil en Facebook”. Está dedicada a todas aquellas personas que sienten los libros para niños como algo más que cinco minutos de entretenimiento o un regalo socorrido de cumpleaños.

Editoriales infantiles en Facebook

 

Escritores y redes sociales. ¿Para qué las utilizan?

Las redes sociales han abierto nuevos horizontes para el sector editorial. Han supuesto un punto y aparte. Escritores, ilustradores, editoriales, lectores, librerías… se dan a conocer, escuchan, conversan, investigan y venden apoyándose en estas crecientes comunidades con intereses afines. Allá por el 2009, el estudio Digitalización del libro y uso de las redes sociales en el sector editorial, realizado por Dosdoce.com y Ediciona avanzaba lo que hoy es una realidad indiscutible. Entonces, aportaban como dato que el 68,6% de los profesionales del libro consideraba que tener presencia activa en redes sociales iba a marcar su estrategia de marketing digital del año siguiente. Y que casi un 60% de las editoriales encuestadas las utilizaban para promocionar a sus libros y escritores. Cinco años después, no creo que nadie se lo plantee siquiera. Peces grandes de este mundillo (con community manager en plantilla, grandes inversiones y catálogos) y peces chicos (con menos recursos, pero una buena capacidad de movilización y altas dosis de creatividad) se han subido al carro. ¿El objetivo? Conectar y compartir. Para muestra, un botón.

Principales valores de las redes sociales

  • Como canal de comunicación con un valor inmenso, el del “tú a tú”. Os cuento algo. Hace unos días terminé de leer el último libro de Rosa Montero, La ridícula idea de no volver a verte, y me atrapó. Sentí la necesidad de contarlo. Así que le envié un sencillo tweet. Ella (@BrunaHusky) tiene más de 30.000 seguidores, es bastante activa y muy atenta.
    twitter rosa montero favoritoA las pocas horas, lo había marcado como favorito. Por tanto, sé que le agradó. ¿Podría haber mantenido un contacto inmediato así hace años con una escritora y periodista de primer orden? Poco probable. ¿Y cómo lo denominamos? ¿Atención al cliente? ¿Marketing de fidelización? (a mí ya me tiene) ¿RRPP? ¿Todo ello? ¿Nada? Quizás sucede que, simplemente, las redes sociales nos permitan comunicarnos, compartir experiencias y crear vínculos con personas antes inalcanzables. Y, a los autores, un nivel de conocimiento de su mercado importante.
  • Un espacio para compartir. Cada dos o tres días, Antonio Muñoz Molina comparte a través de Facebook las entradas de su blog Escrito en un instante. Una cascada de reflexiones personales muy breves que son un caramelo literario. Yo y otros miles como yo las saboreamos. Esta manera de poner en común, de regalarnos su “producto”, me parece una fórmula de engagement bidireccional (escritor-lector) muy intensa. Si leerle en sus medios sociales me produce tanta satisfacción, ¿voy a pensar mucho si gastarme 20 euros para comprar su próximo libro? Creo que no. Por otro lado, toda esta exposición pública va construyendo la marca personal del autor (¿quién soy las redes?), un factor clave en la estrategia de marketing digital que no hay que perder de vista.
  • Promoción y más promoción. Fue célebre aquella frase de Francisco Umbral: “Yo he venido aquí a hablar de mi libro”. Pues eso. Pero estar no significa necesariamente vender. Es fundamental una estrategia definida en social media y un producto de calidad (esto último siempre puede ser discutible, a veces el marketing hace milagros). Decide dónde vas a estar, conversa, responde siempre que puedas, habla de tu libro, genera y anticipa noticias, crea eventos, aprovecha formatos audiovisuales para darte a conocer… Las propias redes están fomentando de manera natural espacios específicos en los que los autores noveles pueden promocionar sus obras. En Google+, por ejemplo, existe una comunidad denominada Publicita tu libro con libertad, en la que se pueden presentar libros autoeditados.
    Os animo también a leer este artículo de hace unas semanas del blog de Fernando García en El País, Sin tinta. Se trata de una entrevista a Manuel Moreno (@trecebits) con motivo de la publicación de El gran libro del Community Manager. En ella, hay algunas buenas recomendaciones sobre el uso de las redes sociales en la promoción de ebooks.
  • Como foros especializados. Para conversar con tu público las redes sociales más generalizadas son la clave. Pero ¿para intercambiar experiencias con tu propio mundillo? El sector editorial ha sido muy dinámico en la creación de comunidades verticales. Destacaré dos. Una de las más asentadas y todo un referente, Lecturalia, creada en el año 2006 y pensada como una red social de literatura, comunidad de lectores y comentarios de libros. A día de hoy, aglutina a más de 19.000 autores y sólo en Twitter tiene más de 400.000 seguidores. Y de muy reciente creación, tenemos a Lectyo. Avalada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y enfocada a España y Latinoamérica, se trata de una plataforma para la gente de la lectura en la que intercambiar ideas y crecer profesionalmente. Tiene de especial interés que cada paticipante puede crear a su vez su propia red de seguidores.

Si como escritor empiezas en esto, las redes sociales te esperan y pueden abrirte un mundo de oportunidades. ¿Por dónde empezarías?